Cruzar Los Andes no es una hazaña de todos los días; y de hecho, la primera vez que tuve la oportunidad de sobrevolarlos (en Julio de 1995) de día en un día cristalino como este del 15 de Junio del 2014, fue en un MD-11 (minimum delay 11 hours) jaja de American Airlines, un trimotor o trijet McDonell Douglas durante un vuelo de Buenos Aires rumbo a Santiago de Chile. Esta siguiente ocasión (con cámara en mano y de día) en un 767-300 de United Airlines vuelo 819 de Houston a Buenis Aires con una ruta totalmente sorprendente para mi, y que al amanecer precisamente toca sobrevolar esta impresionante y hermosa cordillera y si le sumamos el alba y limpia de nubes con luna llena, un espectáculo divino. A darle gracias a Dios primero y luego a tomar fotos con mi iPhone 5S y aquí comparto solo algunas de las tomas.