Es irresistible ver de cerca al rey de los aires, el Boeing 747-400 Jummbo jet y no al menos apreciar su belleza y señoria. Volar en el 747 es como subirse a un Cadillac, en donde el movimiento es cadencioso y el ronroneo de las turbinas un arrullo. Sin embargo, una turbulencia fuerte tambien lo sacude, como a los mas pequeños, y lo digo porque como dice el refran: "Cuando yo digo que la burra es parda, es porque tengo los pelos en la mano." A este avion me lo pesque aqui taxeando en el aeropuerto Intercontinental de Houston, iba con rumbo a Taiwan via Los Angeles. CA. Fecha: Marzo, 2008.
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